LA PSICOLOGÍA DE AÑO NUEVO
En muchos sitios del web, existen artículos referentes a los propósitos de año nuevo. En términos generales estos se refieren a que con el año nuevo siempre nos planteamos cambios y propósitos en nuestra vida con la intención de crecer y mejorar como personas y sentirnos mejor con nosotros mismos.
Según lo que he observado, al entrar el nuevo año buscamos una renovación interior que se manifiesta en salud física, salud mental, trabajo, dinero, vivienda, pareja, etc.; comenzamos bien pero al cabo de unos días volvemos a ser los mismos y nuestros buenos propósitos se echaron a perder.
Para empezar la palabra "propósito" a lo mejor no sea la más adecuada si se quiere modificar una conducta o un hábito. Es una palabra que se puede quedar en lo exterior sin profundizar en el verdadero contexto de lo que se quiere alcanzar. Para los cristianos y en general para todos aquellos que tenemos una religión debemos ser más exigentes con nosotros mismos; el cambio interior que se verá reflejado en un mejor trato a los demás debe de estar acompañado diariamente con una firme convicción de ser mejor. Así que el cambio sólo lo podremos lograr si somos del club de los esforzados; tener un propósito y nunca luchar, ni esforzarse por alcanzarlo seguramente nos llevará al fracaso; tener un propósito que salga del terreno de nuestra realidad y sea ciertamente inalcanzable también derivará en un fracaso que nos dejará más deprimidos al finalizar el año.
Profundiza y reflexiona en tu vida qué es lo que quieres mejorar, cómo lo puedes mejorar, qué tiempo le tienes que dedicar, qué tendrías que sacrificar, etc. Sólo haciendo un verdadero análisis de nuestra persona y manteniendo la voluntad de esforzarse diariamente estaremos empezando a dar esa diferencia en nuestra vida.
Saludos
De la editorial:
Reflexión dominical del Párroco 8 de Enero de 2012
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