CONVERSIÓN PERSONAL Y COMUNITARIA

La Cuaresma tuvo su inicio con el miércoles de ceniza en donde recordamos nuestra debilidad humana y lo susceptibles que somos al pecado. En este tiempo el Señor se manifiesta en nuestras vidas para cambiar ese pecado en Gracia infinita. No podemos permanecer en el pecado, debemos tener la voluntad para dejar todo aquello que nos aleja de nuestro creador y redentor. El, como padre amoroso nos invita una vez más a que vivamos en la ley del amor, a que alcancemos una conversión plena. Por eso, el Señor nos espera en el sacramento de la Reconciliación, para que establezcamos una alianza de amor con el: El nos perdona, nosotros debemos hacer el bien. 

Este bien se debe ver reflejado en las relaciones que tengamos con nuestros hermanos y no dejarlo solo en ese momento piadoso en el cual estamos frente al padre en la confesión. Nuestra conversión personal que es un proceso donde sentimos dolor de nuestros pecados y capacidad de enmienda, donde hay oración constante y ayuno; pero también, nuestra conversión debe incluir la comunitaria. Si nos convertimos a Dios, debemos contribuir a la transformación de las "estructuras de pecado" y a la construcción de una nueva sociedad más justa y más humana según el designio de Dios.

Hombre nuevo ---------- Humanidad nueva

El camino de conversión y penitencia, de lucha contra fuerzas de pecado y de compromiso en la edifcación del hombre nuevo, se debe construir sobre Jesucristo para que en esta Pascua podamos resucitar con El.

S@ludos

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Reflexión dominical cuarto domingo de Cuaresma

Boletín Diocesano Enero-Febrero 2012

     Vídeo que muestra los pecados sociales

   Solo Le Pido A Dios

   León Gieco

Sólo le pido a Dios
Que el dolor no me sea indiferente,
Que la reseca muerte no me encuentre
Vacío y solo sin haber hecho lo suficiente.

Sólo le pido a Dios
Que lo injusto no me sea indiferente,
Que no me abofeteen la otra mejilla
Después que una garra me arañó esta suerte.

Sólo le pido a Dios
Que la guerra no me sea indiferente,
Es un monstruo grande y pisa fuerte
Toda la pobre inocencia de la gente.

Sólo le pido a Dios
Que el engaño no me sea indiferente
Si un traidor puede más que unos cuantos,
Que esos cuantos no lo olviden fácilmente.

Sólo le pido a Dios
Que el futuro no me sea indiferente,
Desahuciado está el que tiene que marchar
A vivir una cultura diferente.