sábado, 12 de enero de 2013



DESEOS DE FELICIDAD

En los primeros días del año es común al encontrarnos con familiares, amigos, vecinos o conocidos, hacer expresiones de buenos deseos, desearse felicidad y bendiciones, tener un acercamiento más intimo con las personas, pues es básico un abrazo o incluso saludos de beso. Se ve a las personas con mucho ánimo, con ideas y pensamientos positivos.

Es común incluso en estos días, que en las casas se resisten muchos a quitar el nacimiento, las luces de navidad, el arbolito y los adornos navideños. Tal vez asociamos muy bien todas las cosas (adornos, objetos, regalos, etc.) y eventos (posadas, cenas, reuniones, etc.) que envuelve la temporada de navidad con alegría, felicidad y buen ánimo y no queremos que se acabe.

Todo ello es muy bueno, esperamos que las familias, comunidades y grupos lo sigamos haciendo, para así seguir transmitiéndonos a las generaciones futuras.

Lo que nos debe dejar la celebración de la navidad, es una felicidad y alegría que nos dure al menos para todo el año (y así para toda la vida). Eso lo lograremos si efectivamente abrimos nuestro corazón para que la presencia de Jesús y su Santo Espíritu habite en nuestra vida. Entonces descubriremos que la felicidad y el amor  son parte de nosotros y ya no tendremos motivos para estar  y sentirnos tristes, solos o alejados, pues hemos encontrado la felicidad verdadera, es decir hemos encontrado a Dios. Con ello seremos buenos ciudadanos del reino (de justicia, paz y amor) para nuestro mundo.

Te deseamos que en verdad la felicidad habite en ti.

Saludos 

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